¡La alcachofa ya está aquí! Por fin la tendremos muchos meses en nuestros cajones de verdura. Si se te acaban las ideas de recetas con alcachofas, vamos a cocinar esta verdura de una manera original que no solemos hacer en España. ¿Queréis saber cómo hacer alcachofas a la judía? Sigue leyendo.
Receta de alcachofas a la judía paso a paso
La receta de alcachofas a la judía es muy fácil de seguir y vas a tener que usar sólo ingredientes básicos. Son un plato estrella en Roma, y no es difícil encontrarlas en el menú de los restaurantes de la zona judía de la ciudad.
Qué necesitas
- Olla profunda
- Tabla de cortar
- Cuchillos
- Pinzas
Ingredientes de las alcachofas a la judía
- Alcachofas
- Sal
- Aceite

Receta de alcachofas a la judía paso a paso
Tiempo necesario: 50 minutos.
- Quita las hojas más exteriores de la alcachofa
A diferencia de otras recetas que requieren quitar muchas hojas duras, este no es el caso. Vamos a freírlas después, por lo que las hojas exteriores quedarán muy crujientes. A ojo, te recomiendo que quites dos o tres capas.
- Pela el tallo de las alcachofas
Pela el tallo de forma que sea fácil de sujetar y no haya salientes que pinchen.
- Abre las hojas de las alcachofas
Abre las hojas de las alcachofas empezando por las más exteriores. Coge una capa entre tus dedos, y sácalas suavemente hacia afuera (sin hacer mucha fuerza o las romperás). Al final, el resultado tendría que ser parecido a como mostramos en la foto.
- Calienta el aceite
En una olla mediana pon al menos tres dedos de aceite a calentar a fuego medio-alto.
- Fríe las alcachofas
De una en una, fríe las alcachofas boca abajo. El aceite debe cubrir como mínimo las hojas, hasta la base. Ten cuidado de que no se quemen. Tendrás que presionar un poco con la pinza hacia abajo, ya que tenderán a subir, y mantenerlas así toda la fritura para que las hojas exteriores se curven. Es la parte más tediosa de la receta, es posible que la primera vez no las frías con la forma más atractiva, pero es cuestión de práctica.
- Cómetelas recién hechas
Espolvorea un poco de sal por encima y cómetelas calentitas. Las hojas exteriores estarán super crujientes y el interior tierno. Con la mano, cogiéndolas por el tallo es como mejor saben y…
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