Las grandes ciudades suelen impresionar y resultar un poco frías al principio. Al menos, nosotros solemos sentirnos así. Sin embargo, Viena es una de esas ciudades que, aun inmensas, sientes acogedoras. En este artículo te contamos cómo sacarle el máximo partido a Viena en un día.
Directo al grano
ToggleViena en un día
Sin duda es una ciudad para pasar días y días pero, si como nosotros, no dispones de mucho tiempo, te interesará conocer los imprescindibles de Viena. Claro está, aquí incluimos lo imprescindible y otros lugares que según tus gustos pueden cambiar. Por ejemplo, nosotros no podemos ir a una ciudad y no visitar su mercado. ¿Te pasa a ti también? Sigue leyendo si quieres conocer lo que conseguimos ver en Viena en un día.
Palacio de Schönbrunn
El palacio de Schöbrunn fue el palacio de residencia de la dinastía Habsburg y hoy es uno de los símbolos de Viena. Los jardines han sido propiedad privada hasta hace unos años y hoy se pueden visitar. Menos mal, por que las vistas que hay desde la parte de atrás del castillo son preciosas… ¿No os parece? Seguro que en un soleado día de primavera se ve mucho más claro, aunque todo tiene su encanto.
El palacio de Schöbrunn fue nuestra primera parada por estar más alejado de nuestro alojamiento y del centro. Si tenéis más tiempo, podéis pasar aquí un día entero, ya que tiene muchos atractivos. Entre ellos, varios museos dentro del palacio, el palacio en sí, obras de teatro, los jardines y el zoo de Viena. Si, como nosotros, tenéis poco tiempo y queréis visitar lo mejor de Viena en un día, dad un paseo por los jardines y coged el metro (U4) para llegar al centro. ¿Os venís?
El mercado de Viena
Nuestra siguiente parada fue el mercado de Viena, en la Nashmarkt. Para nosotros es un imprescindible para conocer qué comen los locales o que tipo de productos comercializan. Nada más salir de la estación de metro nos llamó la atención un edificio con una fachada de color muy decorada que quedaba a la izquierda. Resultó ser la Majolikahaus de von Otto Wagner.
El mercado tiene la peculiaridad de estar al aire libre. Tiene uno o dos pasillos a cuyos lados están los puestos de comercio y se extienden por toda la calle. Puedes encontrar desde ropa y calzado a restaurantes y bares o especias y pescado. También hay algunos puestos con comida para llevar, tanto dulce como platos salados. Es un mercado muy grande y completo. Los sábados en la misma calle se celebra el mercadillo de antigüedades (flea market) hasta las dos de la tarde. Si no visitas Viena en un día y eres de los que te gustan los mercados (como a nosotros) te facilitamos una web que nos han recomendado donde aparecen todos los mercados que hay en Viena.
Karsplatz
Ya saliendo de los pasillos del mercado, a tu derecha verás una cúpula verde que quizá te recuerde a la catedral de Berlín. Estás en Karlsplatz y la salida del metro te parecerá una obra de arte. Frente a esta salida, está la Musikverein (edificio naranja), la célebre sala de conciertos de Viena donde se celebra en concierto de año nuevo.
Si te vas acercando a donde antes sólo veías una cúpula descubrirás la particulaes Iglesia de San Carlos Borromeo. Cuando el agua no esté congelada tiene que ser precioso ver el reflejo de la iglesia.
La entrada es de pago pero merece la pena. Además incluye la subida a la cúpula con vistas panorámicas (aunque no es muy alta). Además tienen descuentos para estudiantes y jóvenes y grupos de más de 6 personas. Consulta aquí horarios y precios de entrada.
Los símbolos de Viena: su ópera y cafés
Cerca de esta iglesia se encuentra la Ópera de Viena. Desde Albertina, tendrás la mejor vista del edificio. El edificio de la ópera de Viena fue destruido por completo durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial y se reconstruyó posteriormente por completo de forma casi idéntica a la original. Hoy en día es uno de los símbolos de la capital Austriaca que no puedes perderte en tu visita a Viena en un día.
Muy cerca de la Ópera de Viena se encuentra otro de los símbolos de la ciudad: el Café Sacher y la mejor tarta Sacher de Viena (o al menos el único lugar donde tienen la receta original). Es un sitio caro, pero tampoco imposible (7 euros el trozo de tarta). Al lado encontrarás un maravilloso remanso de paz: la Imperial Butterfly House o Schmetterlinghaus, un jardín cubierto de estilo Art Nuveau.
Hundertwasserhaus
De aquí nos desviamos un poco para conocer uno de los más curiosos atractivos de la ciudad, las Hundertwasserhaus. De camino, cruzamos el parque Strandtpark, dividido en dos por un canal y donde destaca la estatua de Johann Strauss.
Paseando por esta zona durante media hora pasarás por otras salas de conciertos hasta llegar a Weissgerber. Éste un barrio de tiendas de antigüedades y comercios locales donde se encuentra Hundertwasserhaus.
Este edificio fue fruto de un ambicioso proyecto del arquitecto Friedensreich Hundertwasser. Las paredes no son rectas, sino onduladas. La decoración tampoco es homogénea, sino que cada vivienda tiene su estilo y su color. El arquitecto quiso armonizar la vida del hombre con la naturaleza representándolo de esta forma. Además varios árboles crecen directamente de las paredes del edificio.
Son casas particulares por lo que no se puede entrar, pero sí hay una cafetería en la planta baja donde puedes comer y beber algo y hacerte una idea de la decoración interior de la viviendas.
Si os ha parecida curiosa esta obra, podéis visitar el Museo Hundertwasser, a unos metros del edificio. Aquí se exponen muchas obras del artista vienés. Con la entrada puedes visitar la exposición permanente del autor y/o las exposiciones temporales. Además en ocasiones organizan visitas a las Hundertwasserhous. Consulta la web para más información.
Si sólo vais a visitar Viena un día queda en vuestras manos visitarlas o no. Es cierto que no están en el centro y puede suponer un tiempo extra que prefieras invertir en visitar otros atractivos. Estás de suerte, por que en unos minutos en tranvía volvemos al centro.
Hoher Markt y el reloj sabio
Si os apetece, podéis dar un paseo por el río o coger el tranvía (1) para llegar al centro. Nuestra siguiente parada es Hoher Markt. De camino encontramos una de las iglesias góticas más antiguas de Viena: la iglesia de Maria am Gestade, al final de unas fotogénicas escaleras.
En la plaza Hoher Markt cada día a las doce de mediodía se reúnen muchos turistas. ¿Por qué? A esta hora, este ostentoso reloj (conocido como el reloj sabio, wise clock o Anker Clock) da las doce de una forma muy original. A ritmo de música de órgano que inunda toda la plaza, sus doce personajes van cruzando la esfera del reloj.
Muy cerca está Schwedenplatz, desde donde sale el Ringtram, un tranvía turístico que en 30 minutos pasa por las principales atracciones de la ciudad a lo largo de la calle Ringstrasse (donde está la Universidad, el Ayuntamiento, el Parlamento, la Ópera y otros que más adelante visitamos).
Las explicaciones están en diferentes idiomas, incluido el castellano. No montamos por lo que no podemos contaros más, pero parece un buena forma de conocer los principal en poco tiempo. Nosotros continuamos nuestra visita a pie.
Grand Café
Ya estamos en la parte antigua de Viena, por lo que va a ser muy fácil conocer el centro de Viena a pié. A unos pasos está el Grand Café, famoso por reunirse aquí personajes como Sigmund Freud. A unos diez minutos caminando de aquí se encuentra la Casa Museo de Freud, el apartamento donde vivió con su pareja durante cincuenta años. Si os interesa visitarlo, tened en cuenta que en marzo de 2019 cerrará durante un año para realizar trabajos de mantenimiento.
Judenplatz
Encontramos la Judenplatz en el camino. Aquí se sitúa el monumento conmemorativo a los judíos asesinados creado por Rachel Whiteread. El memorial representa un mausoleo y a su alrededor aparecen los nombres de los lugares donde asesinaron a los judíos austriacos. En la misma plaza se encuentra el Museo Judío de Viena, donde destacan las excavaciones de la sinagoga que una vez tuvo su sitio aquí.
Como curiosidad, contaros que esta plaza, como gran parte de Viena, fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. La estatua del centro, que representa al escritor alemán Ephraim Lessing, fue destruida y posteriormente reconstruida.
Quizá pases por la rara plaza de Freyung, donde se celebran algunos mercados navideños y de Semana Santa. Decimos rara porque su forma es irregular y no acaba de encajar con las perfectas formas que hemos visto hasta ahora en Viena. En esta plaza se encuentra el Monasterio Benedictino de Schottenstift y algunos palacio señoriales como el Palacio Ferstel y su precioso pasaje Ferstel.
La Universidad de Viena y el ayuntamiento
La Universidad de Viena y la curiosa iglesia de Votiva forman otro punto neurálgico de la ciudad. Frente al edificio de la Universidad, que acaba de cumplir 650 años, podrás observar los restos de un bastión que un día fueron la muralla de la ciudad, conocidos como el Mölker Bastei, un remanso de paz en el centro de Viena.
Sin alejarnos mucho de esta zona encontramos el Rathaus, o lo que es lo mismo, el Ayuntamiento de Viena, un edificio neogótico que puede recordar a las construcciones de la región de Flandes. Durante el invierno (no sólo en Navidad) es sede de mercados de comida y de una pista de hielo.
Otra pista de patinaje sobre hielo se sitúa justo enfrente, delante del Burgtheater. El edificio que está al lado de los jardines del ayuntamiento es el Parlamento, actualmente en obras.
El barrio de los museos de Viena en un día
Al lado de estos edificios, podrás tomarte un respiro en el parque Volksgarten o en el barrio de los museos.
El parque se construyó por orden de Napoleón, quien pidió que se destruyeran las murallas de la ciudad que estaban aquí para aumentar su tamaño. Puedes contemplar aquí el Templo de Theseus, el cual puede que te recuerde al Templo de Hephaestus de Atenas.
Puedes consultar aquí todos los museos que componen el Museum Quartier. Si tienes más días para visitar la ciudad no lo dudes y aprovéchate de la oferta cultural de Viena. Si visitas Viena en un día y quieres conocer sus puntos más emblemáticos, sigue con nosotros, que aún queda mucho día por delante.
Palacio de Hofburg
Casi deshaciendo nuestros pasos, volvemos a pasar por el Grand Café, está vez para ver el palacio de Hofburg. Por el camino encontrarás callejones y pasajes con encanto como el Ferstel passage que ya cruzamos antes y otros.
La llamativa entrada del palacio de Hofburg y el interesante patio no hacen más que anticipar lo grandioso de todo el centro de Viena. El palacio era la antigua residencia imperial de invierno de la dinastía Hofburg. Hoy en día es el lugar de trabajo del Presidente de Austria.
Dentro del palacio puedes visitar la cámara de plata y las habitaciones imperiales. Además es sede de uno de los museos que más turistas atrae a Viena: el museo de la emperatriz Sisi. Un poco más adelante del palacio se encuentra la iglesia de San Miguel, con restos romanos de la ciudad de Viena y la magnífica biblioteca nacional de Austria.
De camino a la Catedral de San Esteban de Viena, nos encontramos en la calle peatonal de Graben, donde están presentes la mayoría de las marcas de moda. Aquí, te sorprenderá la barroca iglesia de San Pedro, tanto por dentro como por fuera. Ésta es la segunda iglesia más antigua de Viena, después de la iglesia de San Ruperto. Detrás de la iglesia, en la calle Tuchlauben podrás disfrutar de los frescos de Neidhart, los cuales representan escenas medievales.
La plaza de San Esteban, el corazón de la ciudad
Llegamos a Stepansplatz o, literalmente, al corazón de Viena. Aquí se encuentra la Catedral de San Esteban y todas las líneas de metro y casi todos los tranvías pasan por aquí.
La Catedral de San Esteban fue construida en el siglo XII, y sus cuatro torres y su tejado de colores son un símbolo de la ciudad. Actualmente, la torre Sur con 137 metros, es el punto más alto de el casco antiguo de Viena. La torre norte todavía no se ha terminado de construir. Según la leyendo esto es por un pacto que no se cumplió con el diablo.
El tejado de la Catedral: Viena a tus pies
Una vez que hemos entrado y disfrutado del interior la Catedral, no podemos evitar subir a lo más alto para contemplar la plaza y la ciudad. Qué sorpresa cuando al llegar arriba las tejas que forman los dibujos del tejado parecen relucir. La plaza sigue con su vida a tus pies y Viena parece infinita.
Aunque visites Viena en un día, subir a la torre de la Catedral no te supondrá mucho tiempo. La entrada está dentro de la catedral y la subida es en ascensor. Arriba podrás descubrir uno de los tesoros de Viena y disfrutar de una de las mejores vistas de tus 24 horas en Viena: la tercera campana más grande de Europa, la famosa Pummerin.
Además, en la Catedral se hacen visitas guiadas en horarios establecidos en inglés y alemán. También se pueden visitar las catacumbas, aunque en nuestro caso no le dedicamos tiempo. Puedes informarte en la misma catedral.
Un poco alejado, aunque nos animamos a ir caminando, estaba el último punto de nuestro día, el palacio de Belvedere. En realidad son dos palacios unidos por unos maravillosos jardines. Precisamente los jardines fue lo que más nos gustó, aunque en invierno no se disfruten del todo. Otro lago frente al palacio…
Uno de los mejores planes para acabar con los imprescindibles de Viena en un día, es visitar la galería que hay dentro del palacio Belvedere: Österreichische Galerie Belvedere. ¿Os suena Aquí es donde se encuentra el famoso cuadro El beso de Klimt.
Otros atractivos de la ciudad
Nos quedó por visitar el punto natural más alto de la ciudad, Kahlenberg, que promete tener unas vistas maravillosas. Además en nuestra próxima visita nos gustaría visitar las tumbas de Mozart y de Beethoven y visitar algún museo. Uno de los primeros lugares que visitaremos será el museo Vienna Secession, asociación de la época del Art Nouveau de la que fue miembro Gustav Klimt.
No, no nos hemos olvidado de algo tan particular como el Parque de Atracciones Prater. El parque abre todas sus atracciones en marzo por lo que la visita será ideal a partir de estas fechas. ¡Ya estamos deseando volver para conocerlo!
Dónde alojarse en Viena en un día
Os recomendamos alojaros en el Hotel Ibis Sankt Marx, muy cerca de la estación de Erdberg, desde donde sale autobuses internacionales y nacionales, de supermercados y de la línea de metro U3. El precio es más que justo y las instalaciones limpias y correctas.
Para ser una primera (y corta) vez, creo que nos hemos llevado una imagen general de Viena bastante buena. ¿Qué os parece? ¿Qué nos ha faltado por descubrir?
Seguimos nuestra aventura conociendo Budapest. A sólo tres horas de carretera nos encontramos en la perla del Danubio. ¿Te vas a perder todo lo qué pudimos ver en tres días en Budapest?
¿Qué más hacer en Viena?
Para aprovechar al máximo tus días en la ciudad, te dejamos todas las actividades con las que puedes conocer mejor la ciudad y alrededores. ¡A volar!
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10 Comentarios
Un dia muy completo por Viena, no la conozco pero diría que no os ha faltado nada! Me flipa ese edificio irregular y de colorines! Y me pasa igual que a vosotros, las ciudades me parecen un poco frías y en este caso parece que además hacía frío jaja
Saludos
No te voy a contestar a lo de que hacía frio jaja, casi pierdo la mano… y los deditos de los pies. Esperaba frío, ¡pero no tanto! Me pareció bastante acogedora, y si que nos metimos caña para visitar lo máximo posible de Viena, aunque aún nos quedan muchas cosas por ver/hacer. Gracias por dejarnos unas palabras. Saludos.
Hola! Nos vamos a conocer Budapest y Viena en enero…miedo me está dando el bajón de temperaturas!!.
No conocía éste blog pero,en adelante me pasaré de vez en cuando a leeros!.
Gracias por el trabajo!
¡Hola Feli! Gracias por invertir tu tiempo de dejarnos un comentario. La verdad es que el combo de visitar Viena y Budapest en el mismo viaje es muy buena idea. A nosotros nos tocó un bajón bueno, tanto Viena como Budapest nos regalaron temperatura por debajo de los 0 grados… pero nada que con buenas caminatas y visitas e recintos cerrados no se cure… Como ves, lo disfrutamos muchísimo igualmente. Gracias ti, saludo 🙂
Tengo muchísimas ganas de conocer Viena, además la visteis con nieve, debía estar preciosa.
Me apunto vuestros datos y recomendaciones para cuando vaya. Está muy bien aprovechado el día.
Le teníamos muchas ganas a Viena y ya hemos vuelto desde que fuimos por primera vez. La verdad que es para estar varios días, pero si tienes una escala de un día en Viena como nosotros y quieres ver lo máximo está super bien aprovechado, bastante completo. Gracias por pasarte, saludo
Que día más bien aprovechado. Aún no hemos estado en Viena pero es de esas ciudades que tarde o temprano visitaremos.
Somos también de visitar mercados, sobre todo si son de antigüedades, y también cementerios así que anotadas quedan vuestras recomendaciones.
Tras leeros Viena me parece una ciudad más interesante, así que gracias guap@s 🙂
Un abrazo y feliz añoooo!!
¡Lo es! Le teníamos muchas ganas a Viena, y ya hemos vuelto desde que la visitamos por primera vez en esta escala… Hemos estado más días, pero hemos corroborado que estas 24 h están super bien aprovechadas, se ve lo más importante de la ciudad! Espero que os guste, realmente tiene mucha historia y mucha música, dos de las cosas que se que te gustan 😉 Gracias por pasarte, saludo.
Desde hace años hago la tarta Sacher en casa, evidentemente a mi manera … pero creo que sería una excusa perfecta montarme un viaje a Viena solo para probar la tarta. Evidentemente también aprovecharía para visitar el palacio de Schöbrunn y algún que otro mercadillo, que me encantan, soy fan de los mercadillos
Madre mía, ¡Scaher casera! Se me hace la boca agua, aunque sea a tu estilo, esa textura es dificil de olvidar… allí probamos la mejor, claro, y no una sino varias haha. Nos encantó la ciudad, así nevadita, y ya hemos vuelto a Viena a verla con más calma y confirmamos su encantó. Ojalá puedas ir a Viena pronto. Saludo.